DATOS TÉCNICOS SALIDA
Hoy era un gran día.
Mosquito, Rey de Esparta y alrededores, cumplía 51 años.
Cada más joven.
Cada día más fuerte.
Cada día más apuesto.
Y salía con su inseparable compañero de sufrimiento Vicente.
Ambos, sufridores sin igual, iban a darse un pequeño palizón, pero de esos que al final les arranca una sonrisa a ambos.
Misión, la Pobla de Claramunt.
Y se consiguió el reto a una velocidad de vértigo, casi 18km/h de media.
Siendo ésta la vez que más rápido han completado este itinerario.
Pero como todo día que se precie, éste tuvo algunas contrariedades.
Primero que noquedaba claro que ponerse, dado que el invierno nos ha dejado y el verano primaveral parece haber llegado.
Mosquito salió con perneras que pronto se quitó.
También se deshizo de la camiseta corta de abajo.
Y por último se sacó las mangas de la chaqueta.
Vicente ya salía casi de verano.
Sólo se quitó un cortavientos y unos manguitos.
Y al etapa transcurrió con un Vicente que hoy parecía querer devolverle a Mosquito la salida del jueves.
Salió envalentonado, tirando como un miura.
A Mosquito le costaba de inicio seguir este ritmo endemoniado y le hizo un par de comentarios a Vicente, para que se lo tomara con calma.
Pero es igual, un toro herido embiste sin motivo y ya no para.
Y así llegamos a las puertas de La Pobla de Claramunt, cuando Vicente se rayó por unos sonidos extraños que probenían de mi corcel.
En cambio yo ni había prestado atención.
Paramos a mirar la rueda trasera y el cambio sin apreciar a priori nada extraño.
Proseguimos con la ruta y en el inicio de la cuesta al Castillo me tengo de detener porque noto como la rueda trasera pierde adherencia.
Se había desinflado muchísimo y volvemos a parar.
Y es aquí donde descubrimos el pastel.
Un clavo del tamaño de un poste eléctrico atravesaba cual pincho moruno mi neumático trasero.
Por Dios, que mala suerte.
Pensamos en poner la cámara, pero también en intentar solucionarlo con mechas.
Así que manos a la obra, saco los bártulos, las herramientas y reparamos en orificio de entrada y salida con varias mechas de tamaños varios.
No fue sencillo dado que el clavo era de los gordos.
Coronamos el Castillo de la Pobla de CLAVOmunt y nos damos un festín en el Hostal Robert.
Gozamos de los licores y de los ágapes como si no hubiese un mañana.
Aprovechamos para colocar una segunda mecha en el orificio del lateral, por donde aún escapaba algo de aire.
Y nos volvemos a poner en marcha.
En los tramos de subida, Mosquito esta vez sí, iba más fresco, dejando a Vicente retrasado.
Por contra, en los tramos de bajada y trialeras técnicas, era Vicente quien dominaba las series dejando en el olvido a Mosquito.
Pero llegamos juntos a Esparta de regreso tras una jornada indescriptible.
La ruta y el perfil...
1 comentario:
Maldito clavo.
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