Además de que salía solo por necesidades del guión e imposibilidad de mi compañero, todo hacía presagiar un día brillante en cuanto a la climatología.
Y salí en la soledad de la tarde sin gana ninguna.
Tampoco sabía que tipo de ruta hacer.
Por un lado no tenía ganas de salir.
Por otro lado no tenía ganas de irme muy lejos.
Por otro lado no quería hacer una ruta muy dura.
Y al final salí.
Me decidí por una ruta corta y dura.
No sabía como iba a reaccionar dado que ayer salí a correr y tenía las piernas algo faltas de energía.
Y como son las cosas.
Subí muy bien.
Manteniendo un ritmo suave, muy suave.
No quería pegarme una calentada.
Y a medio camino del Pla del Fideuer comienza a llover.
Y cada vez más y más fuerte.
Y yo, en vez de darme la vuelta, que es lo que me pedía el cerebro, decido seguir hacia arriba, hasta el Pla del Fideuer y allí decidir.
Pero mira tú, en el Pla del Fideuer, sol y ni gota de agua.
Así que no tenía excusas, decidí continuar mi peregrinaje y completar las 3 Ps.
Ya casi en el PuigVentós, apareció un viejo conocido de Esparta, Bambi.
Mi amigo el ciervo, que antaño me cruzara por estos caminos, reapareció ayer.
Quieto, mirándome fíjamente, hasta que finalmente de un salto, se apartó del camino y desapareció.
3 comentarios:
Al final todo salió bien.
Hay wue salir y así te puedes encontrar también cosas bonitas como un bambi!
ehhhhjjj
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