De todos es conocido que cuando uno llega cansado o desganado a un evento, tus compañeros de encuentro van a mirar de sangrarte vivo.
Y algo así sucedió ayer en la ruta con Vicente.
Yo llegaba medio dormido, y medio cansado.
Pero él olió sangre y al momento pensó una ruta de las que se le pueden atragantar a una persona no inspirada ese día.
Además de elegir una ruta potente, subió un poco más el listón.
Me hizo subir a cara de perro al Pla del Fideuer, para mirar de dejar atrás a un biker al que dimos caza en plena ascensión.
Así consiguió que yo hiciera unos cuantos PRs además de que fuera forzado.
El tema es que esta ruta no acababa aquí, aún faltaba la parte técnica.
Esa en la que Vicente destapa todos sus encantos y la supera obstáculo a obstáculo mientras un servidor, iba poniendo el pie a tierra en gran parte de dichos obstáculos.
Y para colofón de ruta, ascendemos hasta la Serra dels Copots por carretera para finalizar, ya por fin, una magnífica ruta senderil.
1 comentario:
Vicente me exprime.
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